WIFI-ETECSA en Cuba choca con la competencia
Tras el surgimiento de la red Wi-fi que implementó por toda la isla la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), diversas fueron las estrategias creadas por los isleños para lograr una mejor conexión, un precio más asequible a la realidad nacional y una nueva fuente de ingresos.
Deseosos todos de consumir la información que se emite más allá de las fronteras geográficas y políticas de la isla, e impulsados y protegidos por el vacío legal de la nueva iniciativa digital, softwares como Connectify Hotspot –cuya función principal es compartir entre varias personas y vía Wi-fi conexiones a internet– plagaron los sitios donde la red inalámbrica de ETECSA comenzaba a funcionar.
Primeros pasos
La Rampa habanera, lugar donde cientos de cubanos se conectan diariamente a internet desde la inauguración de las zonas Wi-fi, fue la encargada de acoger a los primeros criollos que, laptop en mano y de manera muy escurridiza, compartían por el precio de un CUC –la mitad del estatal–, sus conexiones a internet utilizando Connectify, software que hoy goza de total popularidad.
Los primeros tropiezos surgieron cuando más de tres personas compartían una misma conexión. La velocidad de navegación disminuía considerablemente y en muchas ocasiones se perdía, provocando malestar entre los que pagaban por el servicio.
En busca de una solución, aparecieron los adaptadores Wi-fi, unas pequeñas antenas de diversos modelos y marcas que al ser conectadas a la laptop vía USB aumentan su potencia de emisión, por lo que más personas podían disfrutar del servicio y con una mejor velocidad de navegación.
Ante la inesperada popularidad de esta nueva y más económica oferta, la prensa oficialista no se hizo esperar para emitir su criterio. Artículos en los principales medios escritos del país, reportajes televisivos y hasta mesas redondas tocaban el tema de manera alarmante provocando, contradictoriamente, un aumento sustancial de personas que brindaban y solicitaban el servicio de Connectify en todo el país.
“Fue una avalancha, cuando se empezó a comentar por el televisor y el periódico y sobre todo cuando la gente se enteró que compartir el internet no era ilegal, no así cobrar por eso, se llenaron las plazas y parques de cubanos brindando el servicio, la competencia se puso fuerte”. Comentó para CubaNet un joven estudiante de informática que en sus tardes libres ofrece el servicio de Connectify en algunos sitios de la capital.
“La cosa es que no te vean cobrando, pero si puedes estar con tu laptop brindando el servicio, que nadie te puede hacer nada –o al menos debe ser así–, aquí puede suceder cualquier cosa”, aseguró el joven, que también compartió su preocupación ante el rumor del próximo lanzamiento de una ley que regularía la legalidad de compartir la conexión Wi-fi.
Sin antenita y con calidad
Con la intención de ofrecer un mejor servicio, e intentando evitar la exposición de estar sentados en las zonas de conexión ofreciendo el Connectify Hotspot, algunas personas han decidido invertir en equipos multiplicadores de señal Wi-fi, como los ya famosos “nanos”, que con un alcance y potencia superior a las pequeñas antenas USB, logran abarcar un número superior de personas y hasta conectar varios municipios.
“Para ofrecer este servicio necesitas comprar dos ‘nanos’: con uno recibes la señal de ETECSA y con el otro la envías, es muy sencillo”, asegura Albertico, un joven que ha invertido cerca de 500 CUC en la compra e instalación de las pequeñas antenas.
“La señal la recibo desde las conexiones del Vedado y la emito para un parque frente a mi casa, la calidad está garantizada y el precio de 20 pesos moneda nacional es insuperable”, sostiene el joven.