Cuba niega la convocatoria a conferencia de prensa
Algunos medios habían informado que se había convocado a la prensa extranjera este viernes en La Habana, entre los rumores sobre la muerte del exgobernante Fidel Castro.
Cuba negó este viernes haber convocado a la prensa extranjera esta jornada, en medio de rumores y publicaciones en medios de otros países sobre un supuesto deterioro de la salud del ex mandatario Fidel Castro.
“Eso es falso. No se convocó ninguna rueda de prensa”, dijo un responsable del Centro de Prensa Internacional (CPI), el departamento del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano que atiende a los medios extranjeros.
“Siempre lo anunciamos de la misma manera (mediante un correo electrónico a los medios), y no se mandó nada”, agregó el responsable del CPI.
La Habana convoca una rueda de prensa en medio de rumores sobre la muerte de Fidel Castro
La Habana ha convocado para este viernes una rueda de prensa para medios nacionales e internacionales en medio de una ola de informaciones confusas que apuntan a un inminente posible anuncio del fallecimiento del dictador Fidel Castro, informó Diario de las Américas.
Fuentes del Centro de Prensa Internacional de La Habana confirmaron a DIARIO DE CUBA que para el viernes hay convocada una rueda de prensa. A pesar de ello, la persona que atendió al teléfono, que se presentó como un custodio, desconocía el tema y la hora del encuentro. Asimismo, afirmó que no había forma de saberlo porque ya no había nadie más trabajando en el centro.
El porno llega a Cuba
En Cuba, a inicios de esta época de barbarie, extremistas paraban en plena calle a jóvenes melenudos y, tijera en mano, les cortaban el pelo sin piedad. A cualquiera que llevara un disco de The Beatles o de cualquier banda británica o norteamericana, se lo rompían o rayaban en su propia cara. Los policías llegaban en medio de fiestas privadas para confiscar los preciados discos de acetato, amén de reprimir todo lo que oliera a diversionismo ideológico.
Luego comenzó una saga de sucesos, como el cierre de cabarets, las vilipendiadas UMAP, aquellos campos de concentración para homosexuales que servían para ayudar a la producción agrícola, el llamado Quinquenio Gris, que como un manto tenebroso, cubrió a artistas y escritores, obligándolos a ocupar plazas ajenas a su intelecto en almacenes, librerías, cafeterías y pizzerías. Confinamiento que muchos no aguantaron y recurrieron al exilio como salvación.